jueves, 26 de julio de 2012

No es moco de pavo


1975 
El joven Bernardino y José Gólgota dialogan en la mansión Espéculo. En ella funcionan salas velatorias (1)


- ¿Judío?
- No
- ¿Estás seguro Gólgota?
- Se llamaba López
- Pero está cerrado
- Si. Pero ¿no ves en la pared el crucifijo?
- Por eso preguntaba. Porque si es Judío hay que sacarlo
- Pero ya ves..., no es judío
- Sin embargo está cerrado
- Si
- ¿Por qué?
- Le pasó un tren por encima.
- ¿¡Y!?
- ¡Y!... ¿qué?
- Le paso el tren..., pero ¿por qué está cerrado?
- Imagínate,.. Solo quedaron pedazos
- ¿No pudieron armarlos?
- ¿Para qué?
- Para exhibirlos
- Sería impresionante para los deudos
- Pero... ¿ seguro que no era judío?
- Se llamaba López, ¿no te digo?
- Tendría que estar la tapa abierta
- Si no hubiese quedado destrozado,... puede ser, pero como quedó, sería inaguantable
- ¿Para quién?
- Para los parientes, para los amigos, para la esposa
- Pero si no quieren sufrir ¿para que lo velan?
- Sufren.., y lo velan porque es la tradición
- ¿Entonces no es judío?
- López, se llamaba López...son católicos
- En ese caso, la tradición dice que la tapa esté abierta
- Pero es un rejunte de cachos sueltos..., hechos añicos
- ¿Y eso qué tiene que ver?
- Que no lo van a soportar
- Podemos decir que quieren tener un sufrimiento liviano
- No es eso pibe.
- ¿Y qué es?
- Es la forma de guardar una última imagen de los buenos momentos del ser querido
- El ser querido convertido en una tapa de madera
- Vos no me querés entender
- Te entiendo..., esta gente no quiere sufrir, sino pasar la noche
- La tuya es una apreciación insolente

- Y lo de tus invitados un comportamiento hipócrita, prefieren llorar sobre algo virtual, un ser querido virtual y no un guiso de restos, que es lo que verdaderamente lloran
- Vos Espéculo no tenés escrúpulos
- Y a vos Gólgota, te falta creatividad

Notas
(1)  A pesar de las divergencias y litigios, que a través de los años, encontró a José Gólgota y Bernardino Espéculo en distintos bandos, este nunca dejó de reconocer en el viejo funerario de Villa Devoto, a su primer maestro. 

Texto extraído de la obra inédita de Eduardo Wolfson "Espéculo para armar"

sábado, 21 de julio de 2012

No es moco de pavo


julio de 1989

Intervención del licenciado Espéculo en un 
almuerzo televisivo, a solas con su conductora.

Conductora – coma licenciado, está muy delgado usted. Piense que en la vida no todo es trabajo.
Bernardino – sucede señora que yo trabajo en la vida para la trascendencia.
Conductora - su pensamiento, ¿es el mismo del día que fundó su organización?
Bernardino - esencialmente sí. Pero debo admitir, que con los años se ha enriquecido.
Conductora - pero la organización fue adecuándose a los nuevos tiempos.
Bernardino - ¿a que se refiere?
Conductora - su empresa floreció cuando los militares gobernaban, pero luego soplaron vientos democráticos.
Bernardino - si, pero eso no afecta mi pensamiento, como no se han visto                      afectado sus almuerzos. (LA CONDUCTORA FRUNCE EL CEÑO. LA SORPRENDE LA CÁMARA, VUELVE A SU SONRISA HABITUAL) En cuanto a la Organización, debido a los cambios económicos producidos, tiene forzosamente que ir planificando y                 transformando servicios, igual que sus almuerzos, tanto en calidad como en cantidad.
Conductora (SARCÁSTICA) - ¿y en precios?
Bernardino - por supuesto. En los últimos años han crecido los ejércitos de                      desocupados, los desnutridos, las enfermedades evitables. Son todos vectores que cambian la resultante en cada uno de nuestros servicios. Usted también debió cambiar a sus invitados
Conductora (INGENUA) - y estos cambios, ¿no trastocan también la idea de                   trascendencia?
Bernardino - ¡No!, no veo como podría cambiarla. Como en el tiempo de los                    militares, seguimos siendo ordenadores con capacidad de memoria limitada. Por eso es necesario, que cada cierto tiempo, descarguemos la memoria en el olvido, ya que la trascendencia siempre es futura.
Conductora (ATRIBULADA) -pero, no todas las memorias llevan lápidas licenciado.
Bernardino -usted se refiere a nuestro programa “Muerte anulada”.
Conductora -así es.
Bernardino  -es verdad, pero todas deben descargarse en el olvido.



Grabación hallada bajo el rótulo "Trabajo Inédito", en lacaja de seguridad de Eduardo Wolfson

martes, 17 de julio de 2012

No es moco de pavo


Extraído de la obra inédita de Eduardo Wolfson "Espéculo para armar"

Noviembre de 2006

Felicitas Bullrich de los Gatospardo entrevista al Licenciado 
Bernardino Espéculo

Acero en las paredes, ascensores vidriados, alfombra mullida, ángeles rubios. Desde lo impreciso, en sombras, Bernardino Espéculo se materializa, proyectado tan solo por un destello de sol.
Miro al hombre que en los setenta cambió el imaginario colectivo sobre la muerte. Luce una bombacha de campo introducidas en unas botas de cuero de potro. Su pecho descubierto revela una musculatura relajada. Por ambas mejillas, le corren dos lágrimas: una roja y otra negra. En la testa, una tiara de plata repujada. Me sonríe, me indica un sillón. Sentados frente a frente, nos toleramos un silencio de estudio.
-Hace mucho que busco esta entrevista <digo necesitando escuchar mi propia voz>
-ya lo sé, <usa un tono grave y seguro> todos los medios de comunicación intentan descubrir algo más sobre mi vida.
-Es que usted es un ser especial.
-Para ustedes soy un negocio.  Admito que siempre la prensa me benefició...Aunque últimamente siento que me fastidian.
-No será… ¿qué está fastidiado por el paralelismo que hacen de usted, con el negocio de la muerte?

Espéculo se transfigura. Frunce el entrecejo. Se levanta, camina hacia un rincón oscuro. Vuelve con dos copas y su gesto sereno.
-yo nunca me ocupé de la muerte, <me alcanza vino tinto> los que piensan así no entendieron nada.
-entonces ¿de que se ocupa?
-de la trascendencia, ¡por supuesto!
-pero usted..., ¿comenzó en una pompa fúnebre?
-¡de ningún modo!, esas historias que se cuentan solo logran desvirtuar la realidad
-Señor Espéculo.
-Licenciado… si no le molesta
-licenciado Espéculo, entonces... ¿su vocación se despertó el día de la muerte de su padre?
-no le puedo decir exactamente cuándo, pero le  aseguro, que gracias a mi, mi padre no ha muerto, sino que ha trascendido..
-¿Trascendido?
-claro, hoy su familia extensa lo visita cuando quiere en la quinta Espéculo, y nadie se avergüenza de nada, ni del origen, ni de la mezcla de linajes, ni de los abolengos obtenidos. Si desean escuchar al viejo, es solo cuestión de apretar Play y listo. Mi padre fue el primero que ayudé para que trascendiera, luego vinieron unos cuantos miles más.

Bernardino Espéculo me acompaña, ya no siento el frío del acero en las paredes, descendemos por un ascensor vidriado, y juntos, nos zambullimos en la alfombra mullida. Miro nuevamente al hombre y su particular atuendo, la bombacha de campo, las botas de cuero de potro, y sobre todo su pecho descubierto. Me atrevo y beso su lágrima roja, él permanece imperturbable. Antes de la despedida, necesito otra vez oír mi voz:
·        por favor, la verdad. ¿Qué es la vida y qué la muerte?
·        dos juegos que forman parte de un mismo universo.
·        y ¿la trascendencia?
·        la muerte es el pasado y la trascendencia el futuro inevitable.
·        ¿por qué entonces, hay personas que no trascienden?
·        porque la trascendencia solo existe para los que la vida tiene algún valor.
·        ¿valor o precio?
·        ¿no es lo mismo? 

viernes, 13 de julio de 2012

No es moco de pavo


De como se despertó 
la vocación definitiva de Bernardino Espéculo 


                                                      
por José Gólgota, empresario funerario
- En ese corto tiempo que fuimos socios transitorios, me di cuenta que el pibe comenzaba a tomarse el laburo enserio. Recuerdo una mañana cerca de las diez, que después de recrearse como era su costumbre en diferentes combinaciones lúdicas, Bernardino entró zigzagueando a su casa por la puerta principal. Olvidó, que desde la instalación del nuevo destino, lo debía hacer por la puerta de servicio. Frente al aroma concentrado de las flores, tuvo una noción neblinosa del sitio en el cual se encontraba. Avanzó por los pasillos, y en una de las salas, escuchó una discusión entre dos mujeres. El pleito tenía como testigos a un féretro, un cadáver y dos empleados de la empresa. El motivo era un bouquet de flores. El personal intentaba que las damas lleguen a un acuerdo: una quería que ese ramillete, fuera puesto sobre la tapa del cajón y la otra, que quedara como estaba, aprisionada entre las manos del difunto. Los muchachos me contaron que Bernardino, al advertir que el cambio de palabras atrasaba el entierro, decidió arbitrar. Con sus brazos rodeó los hombros de las damas, atrayéndolas hacia su cuerpo, les dijo con su mejor voz de galán de telenovela: “señoras, que las flores permanezcan donde están,-y haciendo una pausa agregó- así se profundiza el homenaje”. Las mujeres se abrazaron emocionadas por el llanto, asintieron y se retiraron. Recién entonces, el pendejo advirtió que había posado su mano sobre una de las muñecas del finado. Parece que no experimentó rechazo, todo lo contrario, cuentan que sintió un acercamiento más que físico, se trataba de una atracción de explicación difícil. Para mí, aquel cadáver representó para él una serie de pasos en su imaginación que lo excitaron. Una mezcla de imágenes, el muerto, el ataúd, el esqueleto, el velorio, la mortaja, el entierro, el cementerio, la sepultura, las flores y el llanto de los vivos. Dicen que fue de golpe, Bernardino se entusiasmó como Arquímedes, y entonces gritó:” ¡Eureka, encontré el negocio!” (1).  Los presentes, que dudaban de su propia razón después de atravesar una velada desconsoladora, no comprendieron la euforia repentina del muchacho, tampoco lo hicieron mis lechuzones, que dedicados a sellar por fin el cajón, solo le señalaron que aquel no era un sitio para exteriorizar esas expresiones.
Los días siguientes, prosiguieron para Bernardino en continuo desvarío, aunque yo constataba diferencias pequeñas en su conducta, las que iban a encontrar su explicación años más tarde (2). Por ejemplo, desde aquel día, nunca volvió a utilizar la entrada de servicio cuando retornaba de las farras, y a su vez, estas parecían finalizar más temprano. De a poco fue visitando cada una de las salas velatorias, en algunas permanecía solitario, haciendo anotaciones en una libreta, al parecer registraba las reacciones y emociones de cada doliente. En otras, saludaba en forma afectuosa y se quedaba en la capilla ardiente, mirando a los deudos y sus maneras de despedirse definitivamente. También en esos días cambió su vestuario, solo se lo veía luciendo trajes, corbatas y zapatos negros.
Notas:
1) Con la paráfrasis al famoso Arquímedes, Espéculo celebraba haber descubierto el efecto multiplicador de la economía, que produce, siempre,  el último homenaje a la vida.
2) Resulta interesante, ver como José Gólgota, hombre intuitivo pero sin bagaje cultural, en este tramo de su relato, observa como Bernardino ejercita con elementos científicos y cualitativos, provenientes de las Ciencias Sociales, tales como el escenario, la observación no participante, la observación participante y la entrevista. 

Extraído de la obra inédita de Eduardo Wolfson "Espéculo para armar" 

viernes, 6 de julio de 2012

No es moco de pavo


Año 1986 Audiencia del Secretario de Comercio de la Nación con el Licenciado Bernardino Espéculo

B         –gracias por recibirme.
Sec     –en que puedo servirle.
B         –estoy aquí porque creo que nos podemos servir mutuamente.
Sec     –me parece no entenderlo.
B         –usted debe saber que hace muchos meses que pido reiteradamente una audiencia con el presidente, o en su defecto, el ministro de economía.
Sec     –no lo sabía.
B         –usted es la primera persona después de tanta insistencia que me recibe.
Sec     –lo hago en representación del poder ejecutivo, usted comprenderá que al primer mandatario y sus ministros, no les alcanza el tiempo para atender temas que son prioritarios.
B         – ¿cómo sabe que el mío no lo es?
Sec     –no lo sé, espero que me lo explique para posibilitar su diligenciamiento  por los canales correspondientes.
B         –debe existir una forma para obviar la burocracia. En otros tiempos yo llegaba con suma facilidad a las altas esferas para agilizar las gestiones.
Sec     –Licenciado Espéculo, le advierto que respiramos el aire de la democracia.
B         –lo sé señor Secretario y por eso estoy aquí.
Sec     –soy todo oído.
B         –debo admitir que la democracia trae alivio a una gran parte de la población, ya que en ella se respiran ciertas libertades.
Sec     –así es.
B         –pero tanto ustedes como yo nos encontramos en una encrucijada.
Sec     –vuelvo a no entenderlo.
B         –sí, mientras mis empresas atraviesan una crisis particular de superproducción, ustedes son impotentes frente a la inflación que se  produce en el mercado interno con respecto, sobre todo, a los artículos  no suntuarios. Debo agregar, que también se vuelve preocupante esa masa millonaria de indigentes, que con sus protestas, reducen la imagen positiva del oficialismo para las próximas elecciones.
Sec     –por favor, le voy a pedir que sea breve. No lo tome a mal, pero tengo otros asuntos que atender.
B         –comprendo, voy a acudir a mí poder de síntesis.  Hasta 1983,  comenzando en la década del 70, yo pude fundar una organización de   empresas disímiles, todas creadoras de fuentes de trabajo. Cada una de  ellas encontró su propia demanda y a su vez, fueron generadoras de nuevas inversiones que beneficiaron sin duda al país. Todo marchaba        muy bien, pero mi querido amigo llegó la democracia, y mis clientes habituales, no demandaron más nuestros servicios. Hoy me encuentro, con que poseo una gran maquinaria parada, sin aceite que lubrique sus engranajes. Allí afuera hay un vergel que corre el riesgo de     transformarse en un desierto.
Sec     –no creo que el Estado pueda aportarle soluciones a su problema.
B         –pero sí puede aportar solución a lo que es un problema del Estado.
Sec     -¿Cómo dice?
B         – es muy sencillo. Si Keynes viviera aprobaría inmediatamente la idea.
Sec     –y ¿cual es?
B         –el gobierno compra a la Organización Profesional para la     Trascendencia dos millones de féretros que canjeará por pollos provenientes de Hungrìa y con origen en Chernovyl.
Sec     –usted está loco.
B         – por favor, ¡sin exabruptos!. Ellos necesitan los féretros, nosotros los  pollos. Le advierto que no se trata de cualquier pollo. Con su entrada, el mercado interno se beneficia porque la oferta superaría, en mucho,  a la   demanda lo que haría descender los precios. El gobierno deberá diseñar   un cronograma de distribución riguroso de la mercancía importada, para que llegue efectivamente a nuestros indigentes. A partir de este tramo,  los beneficios para el Estado y las empresas de la trascendencia se multiplicarán por añadidura. Los precios bajarán, los menesterosos dejarán de protestar, la imagen presidencial recuperará sus valores  máximos para las próximas elecciones. Continuará la democracia con la   casa en orden, y el presidente tranquilo pescando en la laguna.
Sec     - ¿y usted?
B         – yo ocuparé mi tiempo en buscar un espacio adecuado, para depositar     millones de almas. Recuerde el bolero señor Secretario: “las aves suelen volver al nido, pero las almas cuando se han perdido, ya no vuelven más”.



Extraído de "Espéculo para armar" Obra inédita de Eduardo Wolfson