El siguiente texto pertenece a la Sección Mar del Plata
Marketing para un
Futuro
INTENDENTE en campaña
Se acabó
el bajo perfil mi estimado candidato, estamos en campaña. Salga a la calle como
un ciudadano más, sabiendo que lo rodearan periodistas, movileros y muchos
lameculos, los que alabarán para la opinión pública "la actitud altamente
democrática del hombre político que no teme mezclarse cotidianamente con el
llano".
Una vez
asediado se detiene, arruga el entrecejo para luego distenderlo y con una voz íntima,
casi confidente, se refiere a la pobreza, destacando la proeza cotidiana de
quiénes tienen el destino de habitarla. Usted es un animal político al fin, no
necesita ninguna indicación, toma en sus brazos a un chico asustado por tanto
alboroto, avanza unos metros seguido por la purretada. Cuando alcanza a ponerse
frente a la cámara de la televisión y visualiza la toma de un primer plano, con
su pañuelo seca los mocos de la criatura y besa sus lágrimas aunque sienta asco.
Ni bien deje de ser el centro de los camarógrafos, no olvide de deshacerse del
chico, tirar el pañuelo en la primera fogata de la villa, y dejar a la
purretada en manos del flautista de Hammelin. Cerca
suyo, seguro que han quedado adultos que votan, hasta aquí todo el mensaje
gestual fue para ellos, pero ahora, debajo de la lluvia finita que atraviesa
los agujeros de sus paraguas, quieren oír las palabras del macho, que en poco
tiempo más realizará el milagro de conducirlos. Comience marcial
-Nuestra historia nos enseña muy bien que los
ejércitos de la patria se formaron con héroes. No fueron otra cosa, aquellos
generales de la civilización, los Rivas, los Paunero, los Elías, los Rauch, los
Conessa, los Mitre, los Escalada, los Baigorria y tantos otros como nuestro
benemérito fundador civil.
Con pocos apellidos en su voz de mando, usted baja línea.
Para rematar, continúe – Ellos nos liberaron de la barbarie, me refiero a los
coliqueo, los Pincén, los Catriel, los Namuncurá y sobre todo, el gran Cafulcurá.
Desgraciadamente atravesamos un momento democrático, así
que deberá pulir un poco la idea. Ensaye una expresión tierna, aunque le duela,
y empate
- Estoy nombrando a los que transformaron en combustible
enérgico y arrollador, capaz de producir para el mundo una nación nueva,
pujante y de iguales. Ahora acuérdese de la condición
de pobres de esos morochos que votan, debe esperanzarlos. Por ejemplo:-Esta nación se templa en magnos
sacrificios que nos señalan un futuro, en cuya hechura participan también
ustedes, como dije al principio con su proeza cotidiana de transitar la
pobreza.
También introduzca un renglón
para disculparse,(de nada), pero en el imaginario de los que escuchan se
instalará la idea de su modestia.
-Puede ser que en estos días, en los que brota el amor,
las emociones y la solidaridad de nuestros corazones, podamos sin intención,
cometer algunos errores menores en cuánto a los procedimientos burocráticos,
pero no dudo un segundo, seguro de interpretar el sentimiento de nuestros vecinos,
que esos errores se disculpan por carecer de existencia cuando la ejecutividad
de los actos, permiten cristalizar el anhelo de la mayoría.
No deje el tema ahí, puede agregar algo que parezca más
concreto
- - Yo sé que pude parecer anti democrático y por lo tanto egoísta y además,
nunca faltará alguna mente afiebrada que vea en este hecho un acto de nepotismo y corrupción.
Haga un paneo de sus oyentes y
continúe exhibiéndose generoso, prometa planes de viviendas, generación de
empleo, no diga nada sobre el muro. Nombre a los municipios vecinos como
hermanos, no como delincuentes inmigrantes. No olvide de pedirles el voto
cuando sus acompañantes repartan boletas, y si lo cree necesario, acaricie una
cabecita más, Boris Karlof lo hacía.
De la oposición diga – han
tirado nuestro pasado arrojando nuestros valores en el lodo.
Eduardo
Wolfson
Rápido ese manual, entero por favor. Necesito muchos, porque hay muchos candidatos que estarían gozosos, sin dudas, de poner en práctica todo ésto que usted menciona. Ahora bien, algún estúpido por ahí ya lo leyó?
ResponderEliminarSí algún estúpido por aquí lo leyó no sé. Pero si le aseguro que aquí la estupidez es genética. Gracias, creo que conozco a sus hijos.
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