Fragmento de la novela inédita de Eduardo Wolfson "Los comesandwich"
Diálogo en el
Departamento de Inteligencia
-Estoy persuadido
jefe que hablan en código.
- ¿No encontró
nada de importancia?
- Le vuelvo a
repetir que hablan en código.
- ¿Cuántas
horas escuchó?
- 112 horas, el
equivalente a dos semanas de trabajo, sin domingo, ni feriado.
- ¿Y las 112
horas son en código?
- Sí, pude
pesquisar que el mismo, tiene su origen en la gastronomía.
- Coménteme
alguna frase.
- “Hoy no podés
faltar, al besugo lo preparan a la espalda”.
- Pero hombre,
el besugo a la espalda lo hace mi señora y es riquísimo, lleva ajo, limón,
guindilla. Pero, ¿me quiere decir que tiene que ver con un código?
- Se le va a
aclarar, cuando le diga lo que le contesta el otro. Le dice: “yo imaginaba, que
siendo en Madrid, a la butifarra le iban a poner alubias blancas”.
- La verdad,
que no entiendo nada.
- Mire jefe, yo
me aparté un poco de las reglas.
- ¿Cómo dice?
- Si, en lugar
de seguir escuchando con el estómago, los apetitosos intercambios, decidí usar
la cabeza.
- ¿No se está
propasando?
- Descubrí por
internet, que ese besugo que a usted le gusta tanto, se comprueba si está a
punto, cuando al tratar de separarle la cabeza, esta se le desprende con suma
facilidad.
-¿Qué me dice?
- Y eso no es
nada. A las alubias, recomiendan ponerlas en remojo, en las vísperas de
cocinarlas. También explica, que una vez que se machacan muy bien con un
mortero los ajos, recién entonces, a la butifarra negra se la pone entera. ¿Se
le va aclarando la cosa jefe?
- ¿Qué había en
esos días?
- Un stand de
argentina en la feria de turismo de Madrid.
- Y ¿quién
desapareció?
- El secretario
de turismo riojano.
-Ah.
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