Discurso de Pastor en un ex cine
Ser
pastor no es sencillo. No basta solo con tener fe. Es por lo menos necesario,
pero no suficiente, sentir al señor en uno y hablar con él. Un pastor no es un
hombre más, ya que siendo un enviado de Él, debe responder a sus señales, y
parecerlo, frente a sus feligreses. Estar actualizados es condición sine qua
non.
El
pastor recluta a sus seguidores entre aquellos que no pudieron abrevar en los
conceptos devenidos del latín en la iglesia tradicional. Por lo tanto su
discurso seducirá, siempre y cuando, su ritmo y vaivén tengan en cuenta al
hombre de la ciudad y al gaucho, al extranjero y al nativo, al de la América profunda y al
norteamericano, en fin, a la civilización y a la barbarie, dicho en términos
sarmientinos. Lo importante, es que las palabras pronunciadas por usted, mi
querido candidato a pastor, nunca reposen en un extremo.
El discurso no solo se dice, sino que se
actúa:
1) Tenga en cuenta siempre que lo máximo, es atender en
Buenos Aires.
2) Usted se colocará en el centro del escenario.
3) Un haz de luz azul, venido de las alturas abrigará su
figura.
4) Su visión no reconocerá obstáculos, su única conexión
parecerá que lo es con el infinito.
5) Debe inflar la cavidad torácica, abrir armónicamente
los labios.
6) Pronunciará primero solo sonidos que convertirá en
falsetes, y en este estado de concentración irradiará su primera palabra,
cualquiera del “gran camelote”.
7) Luego, y en el momento que los creyentes realizan un
profundo silencio de atención, afirmando la voz como un torrente llegado de las
montañas, usted sorprende con un: ¡Aleluya!,
¡aleluya!, porque Jesús, en su amor infinito nos permite la entrada en su aspha
ampina, o sea en la tierra que llamamos sanalotodo.
Sé que usted está pensando que la realidad
es un escenario, y que le estamos pidiendo que la caricaturice. Entonces,
desconcertado, usted se pregunta: ¿Cómo caricaturizo a una caricatura? Usted es
un buen candidato, no se desperdicie en filosofías baratas.
8) Todo pastor que se precie, debe ser respetuoso de
episodios bíblicos, y sobre todo, saber narrarlos y arreglarlos a sus
pretensiones, que a no dudarlo, son las mismas del señor: “Nosotros sabemos que la copa de vino rebosante de David, en la casa
del señor, significa prosperidad. Pero también sabemos que es más difícil
llevar la copa llena que la copa vacía, es más difícil llevar hermanos, la
prosperidad que la miseria. Es más difícil dar órdenes que cumplirlas”
9) Recuerde que su rebaño es ignorante. Por lo tanto,
usted tendrá que producir las preguntas, y sin esperar reflexión de la otra
parte, también la respuesta: ¿Saben por
qué llamamos a la tierra del señor... "Sanalotodo"?
Porque cuándo
somos buenos ante sus ojos, Él en su tierra nos descongestiona, nos desinflama,
nos estimula a circular, y sobre todo..., nos expulsa del final.”
10) En su discurso, señor pastor, no puede estar ausente
el reproche a los actos impuros, que su feligresía comete. En este caso es
conveniente segmentar y a fuer de ser tildado de misógino comenzar por las
mujeres:
“Escuchen mujeres
pecadoras, amancebadas, púberes sin destino, ovejas descarriadas, borregas sin
fe. Todas capaces de entregarse a cualquiera que les promete cinco estrellas
con su tierra. Sepan que solo Él les devolverá a su piel la luminosidad natural
perdida. Solo con su tierra sagrada y en comunión con Él, hallaremos placer en
el mapa de nuestro cuerpo, eliminando de nosotros al poseso malo, a lucifer, a
los radicales libres..., pero aún dormidos”.
11) Lo siguiente, no solo consiste en un reproche
generalizado a los demás, sino que lo incluye a usted mismo como pecador. En
este tramo debe dejar una vez más sus preguntas y también sus respuestas, que
no son otras que las del señor:
“Claro, nosotros
que hemos tropezado, que nos hemos corrompido y degradado, que somos rústicos y
hemos violado, nos preguntamos desde nuestra condena a la confianza ¿por qué
solo la tierra de Él hace todo esto? Muy simple mis miserables. Porque él no
mira solo nuestra epidermis, también se regocija revolcándose en nuestra
dermis. Él, y solo Él, con su omnipotencia, es capaz de dilatar nuestros poros
estableciendo una corriente, en la que nuestros líquidos contaminados por los
gérmenes del demonio fluyen fuera de nuestro cuerpo, para que, a su regreso,
permitan nutrir a cada una de nuestras células con oligoelementos, gaseosos,
minerales y sales de bienestar, del deber cumplido. Y así, en este camino de la
secreción y absorción, en esta corriente que el viejo testamento llama
"osmótica", Jesús protege a sus hijos, llenándolos con la verdad
revelada que debemos conocer, y dejando en el oscuro precipicio del infierno,
la sabiduría que promueve la ignorancia, ¡el excremento de Satanás!”
12) En esta etapa, el auditorio ya se ha consustanciado
con su figura. Ante ellos, usted se presentó como hombre, y como tal, solo los
diferenciaba su altura sobre el escenario. Ignorándolos, usted pidió a Dios que
lo ilumine, ellos entonces respetaron el halo de religiosidad. Cuando mostró su
primera interpretación sobre mensajes bíblicos, ellos sintieron que su
sabiduría lo convertía en el intermediario entre lo pagano y lo sagrado. Al
amonestar a las mujeres, ellos se persuadieron de su pureza. Al consustanciarse
con los demás como pecador, ellos lo sintieron como hermano. En el próximo
tramo deberá afianzarse como guía:
“Ahora nos
preguntamos, y le preguntamos al Señor..., con profunda fe cristiana ¿Cómo
garantizamos para nosotros la producción de esta corriente osmótica? Sabemos
que hay una sola respuesta. Pero como
nos encontramos intoxicados por el mal, no la esperamos, e
imploramos..., ¡Porque nuestra vida es efímera, Señor! ...le advertimos.
Entonces ampliamos el interrogante: ¿Cómo garantizamos para nosotros la
producción de esta corriente osmótica, pero en forma urgente?”
13) Ha arribado a un momento clave, porque si no hay
respuestas nace la desesperanza colectiva. Todo el andamiaje que ha construido,
corre el peligro de desbaratarse como un edificio de naipes tras el soplo
invisible de una brisa. Depende de usted revitalizar la confianza. Como modelo
le proponemos descender hasta el fondo, y desde allí salir de la caverna de
Platón y quemarse con el sol como el ave Fénix. Esta es una posibilidad:
“Estamos azuzados
por la urgencia de los tiempos, por el pragmatismo de la era, sentimos dolores,
temblores, miedos. Decimos el Señor no nos escucha, Jesús no nos responde,
hasta somos capaces de negar su existencia en un impulso de herejía. Es allí,
en el perjurio, en el descreimiento, cuando sobreviene el gran vacío, ese túnel
que se sumerge en la más oscura de las profundidades. Y es ahí, en el sitio de
Satanás, dónde tomamos conciencia que al negarlo, somos crueles, brutales,
feroces, desalmados...Que somos atroces. Pero nos arrodillamos, imploramos, y
en la desesperación, volvemos a preguntar nuevamente: ¿Cómo garantizamos para
nosotros la producción de esta corriente osmótica, pero en forma urgente? y
preguntamos sintiendo temor de nosotros mismos, de esas fuerzas incordiosas,
que sabemos nos habitan, aún antes de nacer. Pero aquí, en el templo del señor,
en este sitio donde la luz ha derrotado a las tinieblas y el todopoderoso, me
ha tomado como su instrumento para revelarles la verdad. ¡Queridos hermanos!,
todo se vuelve más sencillo, más milagroso, por eso todos juntos nos
regocijamos gritando: ¡Aleluya!,
¡Aleluya! ¿Pero hemos respondido al interrogante que nos acucia? ¿Cual es el
interrogante? ¡Ah! ¡Sí!, ahora lo recordamos: ¿Cómo garantizamos para nosotros
la producción de esta corriente osmótica, pero en forma urgente?
14) Usted ha logrado poner a sus escuchas a la puerta de
un orgasmo celestial. Ya saben que solo usted es el instrumento revelador de la
misma duda que ha planteado. Sus próximas palabras o la develarán, o se
excusarán de hacerlo, pero cualquiera sea la opción elegida, tendrá que
mantener en éxtasis el entusiasmo de la audiencia. Como ejemplo, hemos elegido
la excusa:
“¡Escucho al señor!...
Él me está hablando... Me dice... que esa corriente osmótica, se garantiza
con...¿ "Yacu Maman"?.
-Con ¿Yacu Maman,
señor?
-No te comprendo
señor
-¿Qué me hablas en
quechua?
El señor me habla
en quechua queridos hermanos ¡Aleluya! por eso, ¡Aleluya! por eso”.
15) Porque el señor le habló en quechua, apreciará, que
no solo planteó la excusa en forma positiva, pidiendo, gritando y repitiendo
aleluya, sino que ha dejado a sus feligreses en estado de gracia, listos para
recibir en la traducción el convencimiento pleno, de que ellos, tienen también la
oportunidad única de ser bendecidos y recibir, a través suyo, los productos
bienhechores que fabrica el todopoderoso:
“Si queridos hermanos, este frasquito que el
señor acaba de depositar en mis manos contiene "Yacu Maman". Frotando
en cualquier parte de nuestro cuerpo, "Yacu Maman" ejercerá su
acción, activando nuestro metabolismo orgánico a través del eje
hipotálamo-suprarrenal. ¡Gracias Dios!, ¡Gracias Señor!, ¡Gracias Jesús!, por
darnos como prueba de tu amor a Yacu Maman. ¡Aleluya! porque el señor nos ha
hablado. ¡Aleluya!, porque en un frasco tan chico que todos podremos adquirir
solo en este templo, tendremos la verdad del señor. ¡Aleluya! otra vez, porque
Dios perdona todos nuestros pecados a través de Yacu Maman. Él, me dice, que en
Yacu Maman, se encuentran todos los años, siglos y milenios en que fue
macerando los limos, mejorando el drenaje de diferentes sustancias catabólicas
derivadas de la aceleración de nuestras combustiones internas.
¡Hermanos!, Yacu Maman es el milagro
que hoy el padre celestial ha puesto en nuestras manos ¡Aleluya! por eso”.
16) Mi querido pastor, le anunciamos que ha arribado al
momento culminante de su disertación. Solo le resta, si usted quiere, dejar que
se amplifique la música vivificante de alguna fanfarria, y en el instante
intenso de la misma, pisarla con su voz más engolada para entregar un final,
que para el creyente, será solo el principio:
“¡Hermanos!, Yacu Maman nos previene y nos
cura ¡Aleluya! por eso
¡Hermanos!, Yacu
Maman nos aleja del demonio ¡Aleluya! por eso
¡Hermanos!, Yacu
Maman nos salva ¡Aleluya! por eso
¡Hermanos!, Yacu
Maman no tiene fecha de vencimiento ¡Aleluya! por eso”
A la salida, los fieles deben adquirir el producto.
Recuerde que el precio se lo coloca usted.