"Siempre y cuando te convenga"
Pobres nuestros viejos, que no tuvieron la
dicha de disfrutar a pleno, como nos sucede a nosotros, las delicias que nos
entrega la civilización en este recién estrenado siglo XXI. Por ejemplo, el
culto a la amistad que disfrutamos, es sin duda, mucho más amplio que aquel que
ellos, cotidianamente nos exhibían como verdaderos trofeos. Era frecuente
escucharlos decir con orgullo: "¡Amigos!, me sobran los dedos de una mano
para contarlos". Algunos cuando le preguntabas, decían que sus amigos eran
la barra del bar, otros, habían forjado su amistad en la colimba, los de más
allá seguían manteniendo ese vínculo a través de los años con algunos pibes de
la escuela, esos que a la salida corrían hasta el potrero, se sacaban el
guardapolvo y con cuatro cascotes, construian los arcos para el partido.
Nuestros viejos se ufanaban, porque los amigos presentes o ausentes, siempre
respondían mutuamente cuando se necesitaba. "Vos sabés que están",
describían los viejos. Las felicidades en la vida de uno, las compartían con
champagne, gaseosa o agua, con lo que hubiera y para las fatalidades, estaba
siempre el abrazo acompañante, la palabra justa o el silencio comprensivo, que
muchas veces resultaba mucho más rico que cualquier otro gesto. Los amigos para
ellos, eran yuntas inseparables donde nunca pesaba el origen o la procedencia.
Con nosotros la cosa es distinta, puede ser
que en parte se deba a la intromisión cotidiana de las estadísticas, mezcladas
con la pulsión presente, constante, ansiosa, impaciente, penetrante y
transparente del marketing.
Las estadísticas nos permitieron clasificar
a los amigos según sus especialidades. Así, se pueden abrir una gran cantidad
de columnas y cruzarlas con las necesidades de compra, venta, promoción,
sexualidad, economía, poder y trascendencia que tenemos, o sea que podemos
cruzarlas con nuestras necesidades de marketing.
A modo de ejemplo, nombro solo algunas
cualidades que podemos adosar a nuestra lista de amigos, pero como uds. se darán
cuenta las mismas son infinitas, tanto como necesidades a satisfacer que este
siglo XXI nos depare: hay amigos del alma, amigos judios, amigos marxistas,
amigos laborales, amigos deportivos.
Amigos gerentes, Amigos para el countrie, Amigos políticos, Amigos
presentables, Amigos contrabandistas, Amigos para presentar en la obra prepaga
de salud y ganarse 1 año de cuotas. etc. etc. Nuestros viejos decían que los
amigos siempre te apagaban los incendios, por suerte hoy la multiplicidad de
comodidades y servicios lograron que podamos reemplazar a los amigos por un
buen cuerpo de bomberos.
Eduardo Wolfson
No hay comentarios:
Publicar un comentario