Material extraído del trabajo inédito de Eduardo Wolfson "Espéculo para armar"
Diciembre de 2005.
Mesa redonda televisada.
Tema: “El desarrollo nacional y el resto del mundo”.
Panel invitado: Emérito Parrondo Presidente vitalicio de la AFA.
Dr. Nathaniel Camus epidemiólogo.
Licenciado
Bernardino Espéculo, Presidente de la Organización
Profesional para la Trascendencia.
Bernardino – Usted bien sabe, Patricio, que no soy hombre
de tirar halagos fáciles,
pero quiero felicitarlo, sobre todo por la concreción de estas mesas redondas,
realmente esclarecedoras. En todo pueblo hay
culturas que no se difunden, y sin querer con esto, que se tome mi declaración como
política, les diré que los medios y periodistas,
salvo raras excepciones, como lo es este programa, contribuyen decididamente al oscurantismo del
pensamiento de toda
una sociedad. La cumbre, tal vez, pudo ser un cuadrilátero de box como lo describieron
los economistas, pero en su trastienda,
querido Patricio, estaban los apostadores, contrahechos,
crueles, en ellos no anidan ni sentimientos, ni historicidad.
Mientras los países se aniquilan en un circo romano, ellos placenteramente brindan con champaña francés
desde las plateas.
Nathaniel Camus – A usted, con la aniquilación no le ha ido nada mal mi querido
Bernardino.
Bernardino
– No he llegado hasta aquí para escuchar chicanas.
Conductor – Señores, por favor, con ambos me
une una amistad de años.
En nombre de esa amistad, les voy a pedir, tengan a bien atemperar sus pasiones para poder
enriquecer el debate. Luis
Abelardo Mc Donald’s, tengo entendido que más
allá de su rol temporario de diputado, es usted Licenciado en desperdiciología
multicausal
L A Mc Donald’s - Es
un título que obtuve en Suecia cuando era joven, fue en la misma universidad donde
Bernardino obtuvo el de licenciado
en ciencias mortuorias.
Émerito Parrondo - ¡Pamplinas!, se van a cumplir treinta años de que nuestra Asociación ha
denunciado que ese título no existe en el país,
y en su momento, fue una de las causas por la cual el ingreso
del señor Espéculo no fue aceptado en la AFA.
Bernardino – Nunca tuve la intención de pedir
mi admisión en la AFA ,
yo no tengo,
no tuve, ni tendré cocherías.
Émerito Parrondo – Nosotros tenemos funerarias señor y llamamos a las cosas por su nombre.
Conductor – Siento agresividad en la mesa y
también experimento la sensación,
de que este chisporroteo, se origina en antiguas historias no saldadas. Por nuestros
espectadores, les pido que
tratemos nuestras diferencias sobre el tema que nos convoca.
L A Mc Donald’s - Afirmativo. Pero pienso que estas rencillas tienen impertinencia
concreta en la cuestión tratada. Después de todo,
las historias se encuentran prescriptas.
Nathaniel Camus – Las historias están vivitas y coleando, y contagian mucho más de lo que usted
cree.
L A Mc Donald’s - Son
puntos de vista, en su momento, yo mismo vi como las consumía la parrilla.
Conductor – Celebro la metáfora licenciado,
pero permítame formularle
una pregunta al Licenciado Especúlo. Bernardino,
déjame tutearte ¿fue comprobada la existencia de
cien mil bolsas portacadáveres, compradas a una firma norteamericana,
depositadas en el hotel sede de la cumbre?
Bernardino –Así es, la denuncia que presentamos ante la
secretaría de
derechos humanos, manifiesta en todo su horror la operación perpetrada.
Émerito Parrondo – Lo único que obtuvo con su conducta bravucona, es ponernos en pie de guerra con la primera
potencia mundial.
L A Mc Donald’s - El
señor Parrondo habla como si él fuera una oveja.
Nathaniel Camus – Lo cierto es, licenciado Espéculo, que esto de crearse enemigos capaces
de obligarnos a importar las pestes más letales,
no es muy aconsejable.
Bernardino – Solo intenté defender nuestros
valores y nuestra producción.
Luché para que se respete a nuestra gente y sus
fuentes de trabajo.
Nathaniel Camus – Ahora que lo pienso, una hipótesis posible, es que usted premeditó este
escándalo mediático para que nos envíen las
pestes, ya que eso lo ayudaría a escriturar más lotes para la trascendencia.
Émerito Parrondo – Este hombre vende lotes que nadie ha visto.
L A Mc Donald’s - Me
parece que el epidemiólogo y el fúnebrero se han puesto en yunta tratando de patear
el tablero. Yo ya los tengo
fichados.
Bernardino – Gracias Luis Abelardo, pero es
normal que las gallinas cacareen.
Estos señores son los que han hecho de la muerte
un lugar común. Eso les conviene a sus intereses.
Émerito Parrondo – ¿Y a usted no?
Bernardino – Son ustedes los que insinuaron
que mi medio de vida es la
trascendencia. Lástima que no saben de que se trata.
Nathaniel Camus – Seguro que el licenciado nos va a desasnar.
Bernardino – Espero poder hacerlo. Ustedes
creen que la trascendencia
es algo que inventé para poner en valor y en mercado,
de otra forma, a la muerte. Pues no. Los que han trascendido, bien lo saben. Son libres del
metraje y las horas,
y es por eso que tienen la ventaja y la felicidad de no reconocer la propiedad privada.
Ustedes dicen que nadie
ha visto los lotes de la trascendencia, y es cierto, porque
la trascendencia es la tierra que viaja dentro de uno. Se dan cuenta, ni mi
organización, ni mi pensamiento tienen
nada que ver con la muerte. Eso es cosa de finados.
Émerito Parrondo – No tanta cháchara, nosotros exigimos una prueba concreta de la existencia de
esos lotes.
Nathaniel Camus – Acaso ¿no estarán en el centro de los basureros a cielo abierto que el
diputado Mc Donald’s supo legislar?
L A Mc Donald’s - En
el centro de eso basureros solo hay delincuentes, que ahora, se los reconoce como familias carenciadas.
Están solo
ellos y algunos colegios para su prole.
Bernardino – Al señor Parrondo y sus amigos,
en su afán por hacer negocios,
los ha invadido el más cruel materialismo. Para ellos las mercancías deben tener
forma y ubicación, sino, no
existen. La trascendencia y el hábitat de los trascendidos, mis queridos
pragmáticos, es absolutamente intangible.
Recuerden que “lo sólido se desvanece en
el aire”.
Conductor - Debemos concluir el programa. Usted que está del otro lado debe estar
preguntándose, ¿Qué es lo que lo llevó a Patricio
a tratar en una mesa redonda, un tema tan importante
como el “Desarrollo nacional y el resto
del mundo”, sin la presencia entre
sus invitados de ningún economista,
tampoco algún gurú de esta city .
Pues bien, recapitulemos,
hace pocos días tuvo lugar en nuestro país, una
cumbre de presidentes americanos, que yo diría, en una primera aproximación, fue para mi
gusto, demasiado bulliciosa.
Ahora bien, los que estamos atentos diariamente,
a la información nacional e internacional que se produce, no podemos dejar de
advertir que ese clima adverso
a la conciliación de posiciones, se fue gestando antes de la inauguración del
acontecimiento.
En
estos pocos días, debo confesar que he visto otros
programas, realizados por otros colegas. Mis fraternales
competidores llenaron su plató con economistas famosos,
y otros no tanto, para llevarnos a concluir, como si
constituyéramos un rebaño, que la cumbre solo significó un ring-side en el cual, los
contendientes, eran el mercado libre
versus un mercado común de los países de la región. Yo me pregunto ¿Se trataba de eso solo la
cumbre, o había
más? Claro, si analizamos un poco las noticias los días previos,
apreciaremos, que juegan un papel comprometido otros ingredientes, que
para explicarlos, los protagonistas
no tienen porque ser hombres de la economía.
Por eso, hoy con la producción hemos preferido, que nuestros panelistas fueran
hombres de ciencia, disímiles
en cuanto a sus objetos, pero interesados por el buen tránsito de la rex pública.
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