domingo, 26 de julio de 2015

Prologo

 por Eduardo Wolfson

¿Por qué anunciaste que esto era el prologo de nuestra relación? Vos sabés que no me agradan los encasillamientos. Al denunciarlo, señalás procesos que indefectiblemente tendremos que cruzar. Los procesos dibujan caminos que marcan el territorio. Achican nuestra percepción de esa posible historia, de imaginarla nosotros mismos, de indagar en sus personajes, y descubrir algo que no has visto. Ah! Entiendo, vos decís que todo necesita un principio, “el principio del principio” según tus propias palabras, o sea la prehistoria de esa historia que nos vamos a zambullir. Tengo tanta pasión puesta en vos, sé que te voy a devorar, buscando la sorpresa, el sello distintivo, un sitio de lágrimas, un lenguaje que ya no se usa, la descripción de horizontes inasibles, discusiones inteligentes. ¿Por qué me decís que es el prologo? No te das cuenta que con solo pronunciarlo bajás mis defensas, y estoy seguro que lo hacés para ocultarme, según vos, lo inevitable. No me digas que se trata de tradiciones sin importancia, que uno lo hizo, y por siglos lo siguieron todos. Esto quiere decir que todos somos una porquería, que nadie fue capaz de interesarse por la sensibilidad del otro. Prologo de nuestra relación, lo insinúas como si se tratara de un estudio preliminar para saber si continuamos juntos.

Sí, ya sé, la bendita tradición nos indica que tendremos que intercambiar diversos capítulos juntos. Te crees tan omnipotente, que ni siquiera se te ocurre que como individuo podría saltearme alguno, solo, sin vos. Noto que no me has interrumpido, y no por educado, o porque me estás escuchando con interés. Estás seguro que lo mío es un monólogo, y que eso tiene que ver con lo teatral, y no con tus dotes literarias. En otras palabras, puedo hablar de aquí a la conchinchina que no me vas a dar bolilla. Sí, yo sé que vos y yo juntos no vamos a cambiar al mundo. Sólo me gustaría pedirte un favor, pero me vas a decir que no está en vos complacerme. De todas formas te lo pido, me anunciaste el prologo, te agradecería que no lo hagas con el epílogo y si podés, reemplazá  con blanco esa palabra horrorosa: FIN

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