domingo, 19 de agosto de 2012

No es moco de pavo


El fragmento publicado, no forma parte de la estructura de "Espéculo para armar", pero sí de un apéndice, que contiene documentos y otras evidencias de incalculable valor, que sirvieron en su momento, a Eduardo Wolfson, para dar contexto a la existencia del Licenciado Bernardino Espéculo

Descargo por supuesta complicidad con un equino extremista.
Sr. Juez: yo, Fernando Guerra Madrid y Orbe, como presidente de la firma All Advertising, comparezco voluntariamente y por escrito ante su honorable juzgado, para deslindar formalmente, toda responsabilidad por los hechos protagonizados por un equino traidor, del cual, debo confesar con vergüenza, que soy su locatario.
La bestia, a la que me refiero, encontró la muerte el día 2 de abril próximo pasado, fusilado por las fuerzas de seguridad capitalinas, en un acto que no me encuentro calificado para emitir opinión.
Confieso, mi total ignorancia acerca de que en el momento trágico, el cuadrúpedo circulaba por el pleno centro de la ciudad.
El animal en cuestión, era un caballo de tiro, perteneciente a don Agapito Baldovinos, afamado vareador y gentilhombre de nuestra ciudad, quien me exige, mediante documentos fehacientes, su inmediata restitución, a fuer de constituirme en su querellado, reclamando daños y perjuicios, más la accesoria por daño moral.
Molestar por trivialidades a su señoría, se encuentra muy lejos de mi ánimo. Si me tomo semejante atrevimiento, es porque Don Agapito, sufre denodadamente por la pérdida, del que él creía hasta hoy un decente y noble alazán, sin poder asumir en su corazón, que el desvelo de sus cuidados, fueron prodigados a un alto traidor a la patria, que ha encontrado su condigno destino.
La historia: El corcel en cuestión, completaba un paquete alquilado a mi empresa por la Organización Profesional para la Trascendencia, que dirige tan dignamente, el Licenciado Bernardino Espéculo.
La idea original, era que el jamelgo formara parte de un desfile, cuyo objeto fuera promocionar los productos y servicios que dicha organización brinda.
Debo aclarar a su señoría, que a esta altura de los acontecimientos, ni el señor Agapito Baldovinos (propietario), ni Fernando Guerra Madrid y Orbe (locatario), ni tampoco el Licenciado Bernardino Espéculo (cliente), tenían la más remota idea, que ingresaban en sus transacciones a un infiltrado disolvente de la más corrupta izquierda, que me animaría a calificar de antioccidental y anticristiana.
Tengo entendido, por boca del mismo Espéculo, y porque lo he visto en directo por televisión, que la marcha se llevó a cabo felizmente, y que todo su transcurso fue integrado por el aludido animal. Ahora bien, su pista se pierde 48 horas después de iniciada la promoción, y reaparece, en el centro de la ciudad, tirando un sulki de mi propiedad, conducido por dos mapuches, quiénes fueron contratados directamente por el Licenciado Espéculo, sin pasar por mi intermediación.
Lo narrado muestra a las claras, que tanto el Licenciado Espéculo como yo, fuimos victimas inocentes de una conspiración para atentar contra nuestros valores. (Caballo y mapuches, se juntaron a través de distintos contratantes para aparentar que no se conocían)

No hay comentarios:

Publicar un comentario