sábado, 16 de mayo de 2015

De “Relatos sobre Carlos Passos”


Cherofa interpela y algo más ...            
                                              Por Eduardo Wolfson

Ese día, Cherofa fue una aparición en Diógenes, nadie recuerda haberlo visto entrar. Pero ahí estaba, con los vaqueros sucios de siempre, su camisa negra de botones blancos y los lentes oscuros cubriéndole la mitad del rostro. Dejó en el piso dos paquetes gigantes de apuntes para entregar. Se abalanzó sobre Passos aprisionándole el cuello con sus manos. Su voz aguda descargaba puteadas que languidecieron de apoco, mientras los testigos volvían de la sorpresa a la normalidad. Paco y Pepe desprendieron los brazos de Cherofa.  Passos sofocado, pudo por fin respirar profundamente y restablecer su juicio: “Pero ¿qué te pasa pibe? ¿A que se deben esos improperios?”. La interrogación, con duda y con sorna tranquilizó los ánimos. Cherofa contestó agitado: “le presentaste un tipo a la Clara y le dijiste que estaba enamorada de ella”
            Passos, recuperado, pidió gruyere cortadito y ensartó la última aceituna. A una ráfaga de silencio pensativo, inició el diálogo:
            - ¿Y tiene algo de malo eso?, ¡Cherofa!
            - Sos un hijo de puta, no tenés derecho a jugar así con los sentimientos       de una mina paralítica, ¡Passos!    
            -Claro, según vos, una paralítica no tiene derecho a sentirse mujer,   ¡Cherofa!
            - No digo eso, digo que sos un degenerado. ¿No te da lástima la pobre mina? ¡Passos!   
            - ¡¿Qué?!, ¿sos boy-scaut? ¡Cherofa!
            - Pero no te das cuenta que la fabricaron para un melodrama, ¡Passos!   
            - ¿Por qué decís eso? ¡Cherofa!
            - Es paralítica, huérfana, con una hermana que es una psiquiatra rica y la desprecia. Estudia psicología. Un tachero, solo la bajó del coche cuando ella aceptó chupársela. Para colmo, en el único lugar donde puede vivir, es en una pensión rasposa, donde entra sin ayuda con la silla de ruedas porque no tiene umbral. ¿Si esto no te parece un melodrama? ¡Passos!   
            - Entonces, según vos, los que están para el melodrama tienen prohibido vivir el amor, ¡Cherofa!
            - No seas turro, la mina es paralítica y vos la ilusionás al pedo, ¡Passos!   
            - ¿Ella te contó que yo le presenté un tipo? ¡Cherofa!
            - sí, recién en el hall de la facultad, ¡Passos!   
            - ¿Y cómo estaba? ¡Cherofa!
            - Me preguntó si era verdad, la pobrecita. Y yo no sabía que decirle, ¡Passos!   
            - ¿Y cómo estaba? ¡Cherofa!
            - Como estaba ¿qué? ¡Passos!
            - Claro, ¿tenía las crenchas de todos los días?, ¿usaba esa polera sucia que le mantiene las tetas en el estómago? ¡Cherofa!
            - No. Está peinada y con el pelo brillante. Ahora que lo decís, me parece que tiene pintados los ojos, ¡Passos!   
            - ¿Viste? ¡Cherofa!
            - ¿Qué? ¡Passos!
            - La ilusioné, se sintió mujer y está usando sus armas de seducción. En cambio, para vos, es tan solo una paralítica, ¡Cherofa!







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