sábado, 29 de noviembre de 2014

Capítulo de novela

Fragmento de la novela inédita de Eduardo Wolfson Los Comesandwich
Comesandwich’s en bocas de Inteligencia

-         Jefe pesqué una conferencia tripartita en código.
-         Y eso ¿qué es?
-         Una conversación telefónica pero de tres.
-         En mis tiempos pasaba cuando se ligaba el teléfono.
-         Era entre tres Comesandwich.
-         ¿Quiénes?
-         Catalina, Emilio y el mismísimo Yaco.
-         ¿Y tenés elementos interesantes?
-         Primero se la paso en código.

-         Yaco: Hoy te aconsejo que revises el canapé.
-     Catalina: ¿Se trata del comicastro?
-     Emilio: Si, pero no te pongas nerviosa, vive con un bagre
-     Yaco: Además, se de buena fuente que tiene más de un año en barbecho
-     Catalina: Es que estoy cansada de degustar el canapé con alimentos         perecederos.
-     Emilio: Te entiendo Catalina, pero vos sabés que a los embutidos hay que            colgarlos de los ganchos.
-     Catalina: Pero por una vez, ¿no puede probar el canapé Deborah o            Aurora?
-     Yaco: Ellas están encargadas de preparar la barbacoa
-     Catalina: Okay. Espero no quedar alpiste

-         No me ponga esa cara, ahora se lo traduzco.
-         Sí. Por favor

-         Cuando Yaco le dice que revise el canapé, no le habla del bocado, le está diciendo que despliegue la cama. El comicastro por el que pregunta la gorda, no es otro que el funcionario de “pesos y medidas” del que no se tuvo más noticias desde el día siguiente a esta conversación. Emilio trata de entusiasmar a Catalina, diciéndole que el citado habita con un bagre, que según el diccionario no es solo un pescado, sino también se le dice así a una mujer muy fea. Yaco para reforzar el énfasis de seducción que intenta Emilio, agrega, que por inteligencia previa ha comprobado, que la futura victima se ha tomado un año sabático con la castidad. Cuando Catalina aduce su cansancio con respecto a los alimentos perecederos, no hace otra cosa que mostrar su fastidio porque la logia la obliga a amoríos breves. Es entonces cuando Emilio, enérgicamente, le recuerda a su compañera el destino, que según el estatuto de la institución, deben tener forzosamente los funcionarios, o alimentos perecederos, como usted prefiera. No satisfecha, Catalina vuelve a protestar, al preguntar por qué el trabajo de canapé (léase cama desplegable) no se distribuye con Aurora y con Deborah. La respuesta de Yaco es terminante. Ellas son las encargadas de preparar la barbacoa, que según el diccionario, se trata de hacer un hoyo para asar la carne. Resignada Catalina expresa un deseo cuando dice: “espero no quedar alpiste”. Creo que está demás que se lo traduzca jefe.

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